domingo, 30 de mayo de 2010

Sexualidad masculina: la Masturbación

Chaqueta. Pajas. Manuelas. Manivelas. Gayolas.
Distintos nombres para uno de los actos más importantes en la vida de todo hombre.
Hasta ahora, se creía que siempre son motivadas por un deseo sexual imposible de satisfacer en pareja.
Pero algunos científicos han llegado a diferenciar múltiples diferencias en la motivación de estos actos que tantas satisfacciones nos han dado.
He aquí esta perla de sabiduría:
1. La viciosa.
Es la paja o chaqueta por excelencia, la que hasta ahora se creía la única. Es la que te haces simplemente porque estás caliente y punto. Tiene una variante conocida como la paja o chaqueta con dedicatoria, y es aquella que te haces cuando ves una chica que te pone como un burro y te la jalas pensando en ella, antes de que el recuerdo se evapore de tu mente.
2. La ociosa.
Es aquella que te haces sin ningún tipo de motivación sexual, simplemente porque te aburres y no tienes nada que hacer. Es la que se da en esas largas tardes de verano, cuando estás de vacaciones y tus colegas no pueden quedar hasta las 9 y todavía son las 7 y no sabes cómo matar el tiempo hasta que llegue la hora. Si el nivel de aburrimiento es muy alto, puede derivar en la paja o chaqueta experimental, que es cuando te da por hacer estupideces como pelártela con la mano izquierda, untada en crema o con la mano fría.
3. La relajante.
La que te haces en momentos de estrés buscando no la satisfacción sexual (que nunca viene mal), sino la relajación posterior. Es lo que sueles hacer el día antes de un examen de fin de semestre.
4. La valium o somnífero.
Son las 4 de la mañana en verano, no te quedas dormido ni a la de tres, y mañana te tienes que levantar a las 8... Pues eso, jalartela y en cinco minutos estás roncando. Existe una variante llamada paja o chaqueta aspirina, que te la haces porque  tienes un dolor de cabeza, con la intención de calmarlo.
5. La higiénica.
Por extrañas circunstancias de la vida, llevas una larga temporada de inapetencia sexual y hace tiempo que no vacías las bolas. Se hace imprescindible en momentos así darle al manubrio para evitar las molestas e incómodas explicaciones sobre tus poluciones nocturnas o sueños humedos.
6. La de dias festivos.
Has conocido a una chica fabulosa y finalmente has triunfado... ,y cuando llegas a casa te la jalas para celebrar la azaña.
7. La sorpresiva.
Estás en casa tan tranquilo, notas algo raro, miras hacia abajo... ¡Ahí va! ¿Y ésto? Te das cuenta de que estás como burro en primavera y no sabes por qué. Pues bueno, ya que estamos, habrá que aprovecharlo...
8. La McAulay.
Te la haces simplemente porque estás "Solo en casa".
9. La preparativa y su subtipo la preventiva
Has quedado con una linda señorita que va a servir para que des rienda
suelta a tus más bajas pasiones, pero no quieres quedar mal... ¿qué
mejor que una buena manuela para evitar desagradables caídas del
sistema de forma precoz.
Existe un subtipo conocido como la preventiva, y es la que te haces cuando tienes que hablar en público y no quieres quedar mal por culpa de una inoportuna e imprevista erección.
10. La rutinaria.
Pues bueno, porque siempre te la jalas los viernes a las siete y media, o el sábado después de comer, para no perder las buenas costumbres...
11. La del reto.
Es aquella que te haces simplemente por lo bien que queda conceptualmente habérsela hecho.
Tres subtipos:
Por cantidad ("tengo que llegar a la séptima del tirón", suele desaparecer con la pubertad) y por lugar, también conocido como paja estandarte (en lugares raros, como en clase, o en la sacristía...) o por tiempo, para tratar se tardar el mayor rato posible.
12. La primeriza.
La primera que te haces. Tiene un no sé qué de misterio, de no saber qué va a pasar... finalmente te abre las puertas de un mundo nuevo, pero es una lástima que sólo ocurre una vez en la vida.

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